Podremos decidir dar el paso de acudir a un centro especializado de eliminación de tatuajes por diversas razones, desde querer corregir un tatuaje que nos hicimos de jóvenes, eliminar un fallo o que nuestro tatuaje se haya empezado a decolorar.
Las partículas de tinta que tienen nuestros tatuajes son muy difíciles de eliminar. Tanto que nuestro propio organismo trata constantemente de hacerlo pero es incapaz. Nuestro cuerpo reconoce las partículas de tinta como un objeto extraño del que hay que deshacerse por ello nuestros tatuajes tienden a desvanecerse con el tiempo.
Por ello necesitamos algo mucho más potente que los glóbulos blancos de nuestro organismo para deshacernos de ellos. La eliminación de tatuajes requiere un tipo de láser específico conocido como láser de pulsación ultracorta.
Este tipo de láser emite ráfagas muy calientes, rápidas y cortas que consiguen separar y calentar las partículas de tinta del tatuaje. Este tipo de láser funciona a diferentes tipos de longitudes de onda, ya que los diferentes pigmentos absorben diferentes tipos de longitudes.
Gracias a la descomposición de la tinta en trozos más pequeños permitimos que los glóbulos blancos los atrapen y los transporten hasta el hígado para ser eliminados junto con otros objetos extraños y las toxinas del cuerpo.
¿Cuál es la eficacia que tiene la eliminación de tatuajes?
Es el tratamiento muy eficaz y mucho más seguro que otras prácticas, como la dermoabrasión. Pero esto no significa que podamos deshacernos del tatuaje en una sola sesión.
Necesitaremos varias visitas para que nuestro tatuaje se borre por completo. La media de las sesiones necesarias son de seis a doce.
Y entre sesión y sesión tendremos que tener en cuenta que habrá que darle a nuestro cuerpo al menos unas seis semanas para que se recomponga. El láser solamente separa las partículas, ahora nuestro cuerpo tiene que expulsarlas y recuperarse de la acción del láser.
¿Cuales son los factores a tener en cuenta?
- Color del tatuaje
Los pigmentos más oscuros de nuestro tatuaje necesitarán muchas menos sesiones para descomponerse que aquellos que sean más claros. El láser es básicamente luz amplificada, y el color negro absorbe mayor cantidad de luz.
En cambio, los más claros reflectan la luz haciendo que la del láser también rebote volviendo este menos efectivo. Entre las tintas más difíciles de eliminar se encuentran la amarilla y la violeta, si tienes algún tatuaje en estos tonos ten en cuenta que te costará un par de sesiones más eliminarlo.
En cuanto a los tatuajes fluorescentes (de luz negra), al ser tan ligeros el láser se podría volver un remedio ineficaz.
- Situación del tatuaje
Aunque no lo creamos, la zona del cuerpo dónde tenemos nuestro tatuaje también influye en la eficacia del tratamiento. Aquellas partes de nuestro cuerpo con mayor circulación sanguínea serán aquellas en las que eliminar nuestro tatuaje será mucho más sencillo.
Las zonas como las muñecas, manos o los tobillos, al estar más separadas del corazón, son las que necesitarán de más sesiones y más tiempo de curación.
- La Antigüedad del tatuaje
El color del tatuaje, aunque estos sean permanentes, tiende a desvanecerse con el tiempo. Cuanta más antigüedad tenga nuestro tatuaje menos pigmento tendremos que eliminar y necesitaremos menos sesiones.
¿Qué más tendremos que saber?
Eficaz pero no inmediato, el láser es un método muy eficaz pero que necesita tiempo. hasta que te deshagas completamente del tatuaje podrá pasar incluso más de un año, teniendo en cuenta el tiempo que necesitamos entre sesión y sesión y que como mínimo necesitaremos seis.
Las sesiones duelen, miente quien diga lo contrario, se trata de un tratamiento que elimina algo que nuestro propio organismo no puede, por lo tanto cosquillas precisamente no hará. Ahora, la cantidad de dolor que sintamos en cada sesión de eliminación de tatuajes dependerá exclusivamente de nuestro umbral del dolor, ya que en cada persona es diferente.
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